Yates, relojes de lujo, habanos, esculturas de sí mismo, plastos de abejas muertas, whisky y muchas fiestas forman parte de la vida de “The Notorius”, Conor McGregor, quien este sábado 23 de enero volverá al octógono para enfrentar a Dustin Poirier en el que será San el plato fuerte de la primera gran velada UFC del 2021. En este sentido, las apuestas UFC estarán muy pendientes de uno de los acontecimientos deportivos del año, en el que todo está abierto.
McGregor sí se toma en serio la vida más allá e los entrenamientos. Tras la “pelea” con Floyd Mayweather del año 2014, McGregor no tardó en empezar a gastar parte de la fortuna que se llevó por el solo hecho se subir al cuadrilátero. Así puede verse en su cuenta de Instagram, en la que el deportista irlandés comparte los lujos que se da.
Después de la derrota en “La Pelea del Siglo”, lo primero que hizo McGregor fue tomarse unas extravagantes vacaciones junto a su familia y amigos. En este viaje lo que predominó fueron los paseos en yates de lujo junto a su esposa Dee Devlyn, su hijo recién nacido y un grupo de amigos.
Entre otras excentricidades también se lo pudo ver disfrutando de buenos whiskys, habanos y unas fiestas en clubes nocturnos en la que gastó grandes sumas de dinero. Todos estos gustos no son difíciles de cumplir ya que se estima que el peleador embolsó una suma de $150 millones de dólares tras la pelea con Mayweather.
Pero quizás la extravagancia más alocada de McGregor es la ingestión de abejas muertas. Durante el confinamiento, el irlandés publicó un video en el que se le aprecia disfrutando de un día soleado en su hogar; sin embargo, acompañó su intento de bronceado con un peculiar manjar: abejas muertas.
Otro tanto ocurre con su colección de relojes, el luchador irlandés de artes marciales mixtas lució sus dos nuevos relojes por los que gastó más de tres millones de dólares. El paquete incluyó un traje personalizado que lleva sus iniciales. Todo en la previa al próximo UFC 257 donde el 23 de enero se medirá ante el estadounidense Dustin Poirier, en el Fight Island de Abu Dhabi.
