Ya lo están anticipando los expertos. Si el verano de 2022 batió todos los registros, es probable que este no se quede atrás y que vuelva a poner en jaque la salud y la posibilidad de salir a la calle.
En este sentido, el mobiliario urbano es una parte importante de cualquier ciudad, y en áreas con altas temperaturas, es esencial adaptarlo para garantizar la comodidad y seguridad de quienes lo usan.
¿Qué habría que tener en cuenta a la hora de elegir y reponer?
In.Ser.Urbana, empresa especializada en este tipo de suministros, lo tiene claro y apuesta por cuatro focos principales:
1. Materiales adecuados: Es necesario elegir materiales que sean resistentes al calor y no se calienten demasiado al sol. Algunas opciones incluyen plásticos de alta resistencia y madera tratada térmicamente, lo que permitiría reducir la acumulación de calor y, por tanto, no calentarían de más su entorno ni habría que descartarlos a la hora de jugar o sentarse.
2. Protección solar: Ya hay localidades que están optando por decorar de forma original mobiliario urbano con elementos como toldos de ganchillo hechos bajo acuerdos de sus escuelas municipales, pero también es clave apostar por incorporar en parques y zonas de tránsito sombrillas, toldos o techos que proporcionen sombra. Esto permitirá a las personas disfrutar de los espacios públicos sin estar expuestas directamente a la radiación solar y el calor intenso.
3. Sistemas de enfriamiento: los consistorios deben plantearse la instalación de opciones de mobiliario urbano con sistemas de enfriamiento incorporados, como ventiladores o aspersores de agua. Estos elementos ayudarán a reducir la sensación de calor y proporcionarán alivio a las personas durante los días calurosos, refrescando el ambiente y rebajando grados la temperatura.
4. Vegetación y áreas verdes: La inclusión de nuevo de áreas verdes y vegetación alrededor del mobiliario urbano se había ido perdiendo dando paso a estructuras de cemento y plazas menos naturales. Los árboles y las plantas proporcionarán sombra natural y ayudarán a reducir la temperatura ambiente en los espacios públicos.
Pero todo esto es inútil sin su mantenimiento adecuado. Inspeccionar y reemplazar cualquier elemento dañado o desgastado, como superficies agrietadas o tornillos sueltos o astillas es clave para que estén bien pero también es clave dar paso, pasado ese tiempo de uso natural, a novedades como las que actualmente existen en catálogo y que se adaptan mejor a este tipo de crisis climáticas.