Superar la adicción a las drogas, alcohol, tabaco, fármacos y al juego, es un gran desafío y exige un significativo esfuerzo. No obstante, si se cuenta con las herramientas y estrategias adecuadas, es posible recuperarse y reconstruir la vida.

Por supuesto, para poder iniciar el camino a la superación, es fundamental que la persona reconozca que tiene un problema, porque esto le motivará para dar el primer paso en la búsqueda de los métodos que le resulten efectivos.

A continuación, veamos diversas herramientas que han demostrado ser efectivas para superar adicciones y que puedes considerar si tú o un ser querido tienen un problema de este tipo.

Acudir a un centro de desintoxicación

Un centro de desintoxicación de adicciones es una institución que se especializa en el tratamiento y la rehabilitación de personas que luchan contra diversas adicciones, sean estas a sustancias químicas o a ciertos comportamientos y actividades.

Asistir a un centro de desintoxicación es una de las alternativas que más ayudan en el proceso de superar una adicción, porque estas instituciones cuentan con profesionales médicos y terapeutas capacitados que brindan atención personalizada. Además, estos especialistas proporcionan un entorno seguro y supervisado para realizar la desintoxicación de manera controlada.

Puesto que durante el proceso de desintoxicación las personas llegan a experimentar síntomas de abstinencia a nivel físico y psicológico que suelen ser intensos y difíciles de manejar, en el centro cuentan con supervisión médica constante para garantizar su seguridad y bienestar al atravesar esta etapa crítica.

Además, orientan al paciente para gestionar los síntomas de abstinencia y ofrecen terapia individual y grupal con el fin de abordar las causas detrás de la adicción.

Terapia individual y grupal

La terapia cognitivo-conductual es una de las que se utilizan con mayor frecuencia como parte del tratamiento de adicciones. A través de las sesiones, llevadas a cabo por psicólogos o psicoterapeutas capacitados, se pueden identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento destructivos, a la vez que se ponen al alcance de las personas herramientas útiles para afrontar los factores desencadenantes y evitar recaídas.

Otra opción es participar en terapia de grupo. Y es que el acompañamiento y la comunicación con otras personas que han pasado por situaciones similares, es beneficioso para la recuperación. En estos grupos se pueden compartir experiencias y desafíos que sirven de apoyo emocional, permiten conocer perspectivas diferentes y contribuyen a que la persona siente que pertenece a una comunidad.

Apoyo de pares

Relacionado con lo que acabamos de comentar, es preciso destacar que existen grupos de apoyo, como el caso de Alcohólicos Anónimos (AA), que pueden brindar un espacio seguro para recibir apoyo y aprender de las experiencias de otros que han superado adicciones. Conocer procesos de recuperación exitosos se convertirá en una fuente de orientación y apoyo.

Prácticas de autocuidado y bienestar

Además de buscar ayuda en un centro de desintoxicación, acudir a terapia y participar en grupos de apoyo, hay otras cosas que puedes hacer y que se relacionan sobre todo con cambios en el estilo de vida.

Por un lado, hacer ejercicio con regularidad puede impactar de forma positiva en la recuperación de las adicciones. Esto se explica por el hecho de que mediante la actividad física se liberan endorfinas y se mejora el estado de ánimo, lo que a su vez ayuda a combatir la ansiedad y la depresión que se asocian con la abstinencia.

Además, es necesario mantener una dieta equilibrada y nutritiva que permite estar bien tanto física como mentalmente a lo largo del proceso de superación. La alimentación adecuada brinda energía, mejora el estado de ánimo y fortalece el sistema inmunológico.

Por último, se debe considerar la incorporación de técnicas de relajación, por ejemplo, la meditación, la respiración profunda y la práctica de mindfulness, las cuales inciden en la reducción del estrés, mejoran el enfoque y promueven la estabilidad emocional durante la recuperación de la adicción.